El desarrollo del sector eléctrico ha supuesto la transformación del régimen jurídico de un marco sublegal y un modelo de fomento de la participación privada, a un marco legal y un modelo de estatización plena, que ha coincidido con la crisis energética, que condujo a la creación de un ministerio de energía eléctrica y a la implantación de un régimen de emergencia para tratar de superarla.